Lo único que no echaré de menos de Kampala

Todo ha sido tan sorprendente en Uganda: la gente amable, las ciudades vibrantes, los increíbles espacios al aire libre. Sin embargo, una cosa que no echaré de menos es la tortura mental que mi enemigo jurado en Kampala me ha infligido las últimas cuatro semanas.

 

 

¡Conoce a mi némesis: un gallo h *** - de-p *** que vive frente al lugar donde me alojo! Al estúpido animal le gusta cantar a horas aleatorias de la noche. Ayer, por ejemplo, decidí hacerlo a las 3:45 am, y seguí haciéndolo a intervalos regulares hasta las 7.

Ha pasado casi un mes de esto. En este punto sueño con tener una bazuca para evaporar este horrible animal. ¡Ay, eso seguirá siendo una fantasía y sé que en unas pocas horas comenzará con su estúpido COCK-A-DOODLE-DOO!

 

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